lunes, mayo 26, 2008


"Esperaría que no te asuste

este instante de sinceridad;

mi corazón vomita su verdad.

Es que hay una guerra entre dos

por ocupar el mismo lugar;

la urgencia o la soledad".

La Soledad

(Bersuit Vergarabat)

sábado, mayo 24, 2008

Henry Miller


Hacía sólo unos días que se había agarrado a mí desesperadamente, y después algo ocurrió, algo que ni siquiera está claro para mí ahora, y por su propia voluntad subió al tren y me volvió a mirar con esa sonrisa triste y enigmática que me desconcierta, que es injusta, forzada, de la que desconfío con toda mi alma. Y ahora soy yo, parado a la sombra del viaducto, quien tiendo los brazos hacia ella desesperadamente y en mis labios aparece esa misma sonrisa inexplicable, esa máscara que he colocado sobre mi pena. Puedo quedarme aquí parado y sonreír inexpresivamente, y por fervorosas que sean mis plegarias, por desesperado que sea mi anhelo, hay un océano enre nosotros; ella seguirá allí en la miseria, y yo caminaré aquí de una calle a otra, con lágrimas ardientes quemándome el rostro.
Trópico de Cáncer

viernes, mayo 23, 2008

Iñaki Ochoa de Olsa


LA MIRADA DE CRISTAL
Jueves, 5 de abril de 2007
El avión desciende suavemente, por una vez. Ha encontrado sin problemas, y no es nada fácil, el único hueco que da acceso a este valle rodeado de colinas donde se asienta Kathmandu, esta ciudad sucia y ruidosa que se ha convertido en mi segundo hogar. Ya no me siento extraño cuando me muevo deprisa por los callejones del barrio turístico, corriendo como loco mientras realizamos las mil y una gestiones necesarias para preparar nuestra próxima expedición al Dhaulagiri y, en caso de que todo salga bien allí, también al Annapurna. Nada me es ajeno ya, en este ambiente. Durante el vuelo me he entretenido contando, papel en mano, el numero de veces que he aterrizado en el Reino de Nepal. No me sorprende la cifra resultante: han sido 29 ocasiones.
Mis amigos sherpas me dicen, nada mas aterrizar, que aquí el invierno ha sido de los buenos, Nada que ver con el que nos ha tocado a nosotros en casa. La nieve se acumula arriba en las montañas, lo que no sabemos si es bueno o malo. Pero como es un hecho que tiene toda la pinta de ser irrefutable, pues mas vale no preocuparse por ello. En la ciudad ha nevado otra vez después de 62 anos sin hacerlo, y eso que Kathmandu esta situada solamente a 1.300 metros de altitud, si, pero a la misma latitud que las Islas Canarias. Mas nos vale.
En el avión, a mi lado, viajaban Oscar Fernández e Ignacio Barrio. En sus caras veo la mía, reflejada como en un espejo. Esperamos reunirnos cuanto antes con Joby Ogwyn, Joelle Brupbacher, Horia Colibasanu y Jorge Egocheaga, los demás miembros de nuestra espedición. Oscar e Ignacio se han preparado con espartana dureza para nuestra escalada, y ambos han puesto toda la ilusión y la imaginación de la que disponen para que ahora estemos aquí, de nuevo bajo el Himalaya. Y también todos sus ahorros. Nuestros últimos días en Pamplona han resultado ser la locura habitual, rodeados del infame estrés emocional, conocido y temido, de las despedidas. Y asimismo los nuestros sufrían sin duda la mirada ausente y vacía de quien tiene el alma ya en camino, en algún lugar lejano.
De manera que nuestros espíritus se abren ya paso por las nieves profundas y sagradas de las dos grandes montañas que rodean el valle del Kali Gandaki, en un lugar tan bello que mis intentos por describirlo serán sin duda vanos e inútiles. Ahora solo queda que nuestros cuerpos se reúnan con sus almas vagabundas, en un proceso que para nosotros es cíclico y, a estas alturas de la jugada, natural. Pronto nuestros demonios serán exorcizados una vez mas, caerán rendidos y sin fuerzas, perdidos en medio de ese baile salvaje que es la escalada en el Himalaya. De nuevo, volveremos a casa destruidos físicamente, quizás, pero sin duda renacidos. En nuestros ojos brillara una mirada diferente, de cristal, que dice a las claras y sin tapujos: "He estado en un lugar especial. Y he vuelto para contártelo."

PS De nuevo debo agradecer de corazón a LORPEN y a DIARIO DE NAVARRA su apoyo incondicional. Me han demostrado que saben estar a mi lado por igual cuando llueve o cuando hace sol, sin presionarme en lo más mínimo, siempre con las palabras justas a mano. Gracias.
Al resto de mis amigos y colaboradores, más de lo mismo. Las gentes de CampoBase y de Rocopolis, de Montura y de Tuckland hacen que me sienta valorado y apoyado.
Me gustaría mandar un abrazo especial a mi joven amigo y profesor de Nepali durante el pasado invierno, un chico Sherpa que vive cerca de Pamplona y se llama Pasang. Y a ti, Corinne, te mando un beso. Solo te puedo decir que espero estar muy pronto a tu lado, devolviéndote toda esa energía que mi ausencia te roba....
Iñaki Ochoa de Olza

lunes, mayo 19, 2008

cursa del corte ingles 2008


he participado de la cursa un año mas
q felicidad!
y como todos los años
he comprobado (una vez mas..) q muchos no se bañan con regularidad (y tambien eran jóvenes!!!) y tampoco se cepillan los dientes
q asco!!!!!
seguro q no tiene a ninguna mujer al lado!
bueno pero lo mas bonito ha sido ver tantas personas corriendo
con ganas de pasarlo bien
de caminar rapido de ir charlando q importa!
padres con niños de la mano animandoles (especialmente en la subida de la montaña)
amigos q iban ahciendose bromas
parejas de corrian disciplinadas
un señor bastante viejo con la camiseta q entregaba el corte ingles por la participacion ininterrumpida en 25 años!!! q genio!!!
el señor q corre con el dálmata disfrazado de dálmata el tambien
jajajjaja
y todo q ha sido precioso y perfecto

lockout a la Razón

Ver morir” y “regalar”
Por Sandra Russo
“Prefiero ver morir a las vacas antes que regalarlas”, dijo Alfredo De Angeli. Ya no hace ninguna falta decir quién es De Angeli ni describir sus modos. La frase es de barricada, ya que uno tiende a creer que De Angeli, como cualquier ganadero, como cualquier persona con dos dedos de frente, preferiría vender barata una vaca antes que verla morir. ¿O no? ¿Pero y si fuera cierto? ¿Qué pasa por la cabeza de una persona que de verdad, y no en forma figurada, prefiere ver morir a una vaca antes que venderla barata? En esta última pregunta fue necesario reemplazar el “regalarla” por el “venderla barata”, porque inequívocamente lo que quiso decir De Angeli fue eso. Pero el uso de “regalarlas” también merecerá, más adelante, un comentario.

“Prefiero ver morir a las vacas antes que regalarlas” indica antes que nada que se es dueño de vacas que están a la venta. En rigor, es un eufemismo que refiere el valor de mercado que se le trata de imponer a una mercancía, la vaca, y el extremismo con el que se pretende defenderlo. No deja de ser, claro, una metáfora que nadie tomará por literal, pero por el hecho mismo de ser una metáfora que se interna en territorios semánticos con connotaciones que nada tienen que ver con el mercado, también es un acto nudista del lenguaje. Está sellado a fuego, para la opinión pública acrítica que se informa a través de los grandes grupos periodísticos, que las medidas del Gobierno obligarían a los ruralistas a “regalar” sus mercaderías. Las coberturas periodísticas de las asambleas de De Angeli nunca se alejan de su persona. Es lo que provoca a su alrededor De Angeli lo que les ha regalado, y sin comillas, la posibilidad de espectacularizar una protesta que esos medios siguen definiendo como “protesta”, sólo porque a esos mismos medios no se les ocurre irse un poco más allá, informativamente, del escenario en el habla De Angeli.

¿No es raro que en semejante crisis que ya superó hace rato el conflicto con “el campo”, jamás hayan aparecido, en los grandes medios, notas sobre los campesinos? ¿Vivimos en un país sin campesinos? ¿”El campo” estalla sin campesinos? ¿Y eso no es un hecho insólito en un país tan extenso? La Federación Agraria, vaciada de todo su contenido original, degenerada en su naturaleza de actor social con intereses y lectura propia, fagocitada por la melena canosa y patricia de Miguens, debería hablar de campesinos, no sólo de propietarios. La Sociedad Rural no ha necesitado exhibir ninguno de sus costados salvajes. Ahí los tiene a los muchachos de la Federación, que manejan mejor que ellos la barricada, para darle épica a la epopeya de las camperas de carpincho.

“Prefiero ver morir a las vacas antes que regalarlas” es una frase que contiene al De Angeli básico, y es otra prueba del inmenso poder simbólico que la Federación Agraria está poniendo al servicio de sus explotadores históricos. Como es improbable que esta crisis termine con una reforma agraria, como a veces parece esperar el otro, Buzzi, y algunas agrupaciones troskas, se diría que ese poder simbólico está siendo no sólo desvirtuado, sino además regalado.
La palabra “regalar” es curiosa. Me imaginaba a Jesús, a Gandhi, a San Francisco, a San Bernardo, al Che, a la Madre Teresa, qué sé yo, a cualquier líder humanista o cristiano, diciendo “prefiero ver morir a las vacas antes que regalarlas”. ¿No parece un blooper semántico? ¿No se le traspapela, a la frase, su costado siniestro?

Pero no hay que exagerar. No es una frase religiosa, ni siquiera política. Es apenas la chicana del dueño de la vaca. Pero a propósito, para revisar también esa última instancia, la muerte, aplicada a slogans y discursos políticos, arrimo aquí una reflexión de Bertrand Russell, tomada de un reportaje que le hizo en 1965 el periodista desaparecido Enrique Raab: “En 1782, el patriota norteamericano Patrick Henry pergeñó la frase que dio rienda suelta a todos los nacionalismos. Dijo: ‘prefiero morir que seguir dependiendo de la Corona Británica’. Ahí comenzó el desastre; la fórmula hizo carrera. El día en que algún norteamericano diga ‘prefiero ser comunista antes que morir’, o que algún soviético grite ‘prefiero ser capitalista y no cadáver’, bueno, ese día se habrá producido una revolución en el pensamiento humano”.
Para Página 12- 19 de mayo de 2008

martes, mayo 06, 2008

masai mara I

en el parque masai mara cae la tarde y se levanta el espeso olor a sabana el sol sangrante se esconde cercano, porque el parque es todo el mundo todo el universo de un leon solitario ha dormido todo el dia,pero sus ojos atentos miran entre la hierba q amarillea relampagueando a la brisa suave de la tarde
la impala joven, inexperta , ha levantado la cabeza y con la nariz húmeda otea el aire nerviosa, tiene programado el peligro, sus patas se mueven pero permanece en el mismo lugar ha sucumbido al aroma irresistible del abrevadero,y a las ansias de tres dias del leon.

masai mara II

es mayo en el masai mara, como es mayo en el resto del mundo,pero alli el mundo es eso, es todo,el dia a pasado como pasan todos los dias lentos y a la vez indefinidos,la tarde noche se avecina,amodorrado el leon se levanta en las patas delanteras , estira las garras es un magnifico macho de pelaje dorado y negro en los flancos.Sacude se melena audaz y orgullosoSu estómago cruje, son varios dias sin comer, los restos de la gacela de ayer son solo huesos y unos colgajos secos de piel.abre la boca en un bostezo desganado,se relamepermanece en el mismo sitio el viento ha cambiado y la ha olidose agazapa pegandose a la tierra ,la sabana le cubre, cerca hay un abrevadero ha estado rondando estos dias un grupo de timidas impalas .El olor le enloquece, la siente cerca, ya la ha visto,es joven y esta sola bebe agua nerviosa dos sorbos y levanta la cabeza embriagada por la sed .El leon se acerca veloz como un rayo ha dado un salto imposible